



Esto merece un post específico.
Finaliza mayo, este lluvioso mayo que ha devuelto el verdor a los campos, los niveles a los acuíferos y frescura a la atmósfera....
(Qué bonito, pero a ver si para, que se me está poniendo cara de irlandés, de tanta agua y tanto verde).
Pues bien, esta temporada de lluvias y de temperaturas suaves ha hecho que proliferen por prados, sotos y lindes, esos típicos frutos de la naturaleza otoñal, que en la pasada temporada nos afanamos en buscar y que a duras penas conseguimos encontrar.
Finaliza el mes de mayo, y....
¡¡TOOOOMAAAA SEETAAAAS!!
Aquí tenéis la muestra. Algunos ejemplares, gentileza de nuestro setolari local.
"Me fuí a dar una vueltecilla y... nada, en un rato me encontré ésto".
Lástima de unas gambas de tamaño equivalente, habíamos preparado un revuelto para todo el pueblo. Y alrededores.
No, no es una montera de torero cabezón, ni una txapela desteñida; tampoco son los moños de la Dama de Elche.
Son unos "modestos" champiñones.
Disfrutad con la vista. Y esperemos que el próximo otoño, nuestras queridas "pleurotus eringi" sean, al menos, tan abundantes como gordos son estos "agaricus campestris".
Y mientras llega ese momento, como antes llegarán otras cosas, recordad que dentro de nada es la Fiesta, que enseguida llega el verano (con dos viajes programados, dos, más el carnaval, más... todo lo que caiga) y con, atención, renovado servicio de hostelería...
Hasta la próxima.
Nos "bemos" en los "vares"