Jallobin

Jallobin... Alogüen... ¿cómo se pronuncia eso de HALLOWEEN?

Que resulta que no es un invento americano, eso de celebrar el día (la noche, más bien) de “todos los santos” o “de difuntos”. Que eso de las calabazas con velas dentro ya se hacía aquí desde siempre.

Así que no hay excusa (antiamericanos, que sois unos antiamericanos) para celebrar una fiestecilla coincidiendo con esa fecha.

Celebraremos nuestro particular Jallobin... o Alogüen... o como quiera que se diga, en la noche del 1 al 2 de noviembre, sábado. Sí, ya sé que teóricamente es la del 31 al 1, pero no hay que ser tan estricto. Además, que si se celebra el viernes, la mitad no podremos ir...

El programa de fiestas es fácil:

1. Hay que venir disfrazado, más o menos al estilo jallobinero, o alogüinístico, como mejor os parezca... la noche, ciertamente, tira hacia lo “terrorífico” (no vale venir disfrazado de inspector de hacienda, que tampoco hay que pasarse), se trata de dar “bucho biedo”.
2. Para cenar, hay que traer algo de comida ya de casa: tortilla, pisto, empanadillas, queso... como si nos fuéramos de campo. Se pone todo en medio, y a picar en plan bufete.
3. Queimada con invocación al brujerío de la comarca. Eso estaría bien hacerlo a media noche, en algún sitio “apropiado” (oscuro y lúgubre). Aunque ya se sabe que en esas fechas, no suele hacer una temperatura que anime a picnics campestres. Ya se verá si vale con apagar las luces del bar.
4. Akelarre, hasta que se terminen los hielos.

No hay excusa, pues, para no venir.

1 de noviembre, sábado, desde más o menos que se haga de noche, y mientras el cuerpo aguante.
Tais avisaos.