"Estado de emergencia"
Suena muy dramático y alarmante, pero ese es el estado en el que nos encontraremos en la inminente Semana Santa, si no ocurre un “milagro” con el bar del pueblo.
Mientras que el pueblo ha estado bajo mínimos este invierno, “cualquiera” se ha puesto detrás de la barra y ha puesto los vinos y los botijos. Pero desde el día 15, y con especial incidencia los días 20 a 22 de marzo, la cuestión no va a ser simplemente poner “unos vinos a medio día”, o “entrar a la barra, coger cuatro botijos y dejar la pasta en el cajón”.
Hasta donde sé, no hay ningún candidato, ¿ni ganas? de que lo haya... nadie sabe nada... pues... a lo cómodo, que siempre habrá alguien que se arremangue.
Pues bien, la cuestión es que no queda más remedio que buscar una solución que valga para esta Semana Santa, para el puente de mayo (que este año viene especialmente bien, o especialmente cabrón, según se mire), para la fiesta de la Virgen y para el “largo” verano en general.
La opción “A” es que haya un compromiso expreso y firme por parte de absolutamente todo el mundo de la Asociación, con “cuadrante” incluido, asumiendo tareas y turnos. Evidentemente, bastante tenemos con lo que tenemos de lunes a viernes, para seguir currando también en el tiempo libre. Sin embargo, con un mínimo de organización, el sacrificio puede ser “casi” mínimo (bueno, asumible).